Método Suzuki
Todos los niños japoneses hablan japonés. Con esta afirmación Shinichi Suzuki da comienzo al desarrollo de su metodología: Si todos los niños y niñas hablan perfectamente su lengua materna y la emplean como herramienta de comunicación es porque desde el momento en el que nacen se ven envueltos en una serie de condiciones que hacen posible su éxito. A partir de aquí concluye que el talento, a pesar de lo que él creía, no es innato sino que se ha de trabajar y desarrollar para alcanzarlo. Suzuki llega a la conclusión de que para desarrollar una habilidad al máximo es necesario comenzar cuanto antes, estar en un ambiente adecuado y motivador, ser instruido bajo un método educativo cuidadoso y detallista, practicar todos los días y tener buenos referentes a los que imitar.
Para Suzuki, la clave era comprender los porqués del éxito del aprendizaje de la lengua materna para poder llevarlos con igual éxito al aprendizaje musical. Por ello decide estudiar, ordenar y analizar los principios en los que se basa dicho éxito:
- Escucha: desde que nacen los niños y niñas escuchan el lenguaje que en un futuro hablarán.
- Repetición: la repetición es constante desde que comienzan a hablar. ¿Cuántas veces podemos escuchar mamá en las primeras interacciones lingüísticas de un niño?
- Motivación y aliento: ¿no es acaso una alegría y un momento de celebración cuando los niños y niñas comienzan a decir sus primeras palabras? Se les anima a que sigan y se les insta a que sigan repitiendo, sin prisa pero sin pausa. No hay presión por el ritmo de aprendizaje, es el niño quien lo marca de una manera natural. El adulto le acompaña siendo conocedor de todo esto, porque al final y al cabo sabe que terminarán por dominar el idioma materno de igual manera que un adulto lo hace.
- Práctica: el acto de hablar se convierte en algo diario. La práctica del habla no se limita a unos días o momentos concretos, sino que entendemos el lenguaje como algo que está siempre y que ayuda a un mayor conocimiento del entorno.
- El vocabulario es acumulativo: no se dejan aparcadas las palabras que se aprenden, sino que se a amplían con otros usos y se incluyen en otros contextos.
- Cada palabra nueva es más fácil de pronunciar y recordar.
- La lectura y escritura es un paso que se comienza una vez se sabe hablar y uno sabe expresarse a través del lenguaje verbal.
- Muchos niños y niñas se convertirán en grandes oradores y otros no, pero todos podrán disfrutar del lenguaje aprendido y comunicarse porque serán maestros en ello.
Analizados estos pasos Suzuki decide aplicarlos en el aprendizaje instrumental:
- Escucha: Nadie es lo suficientemente joven para escuchar buena música. Si desde el momento que nace, un niño o niña escucha música de calidad, integrará de una forma fácil y natural la belleza del sonido. Igualmente, si antes de iniciar el aprendizaje instrumental y también durante el mismo, escucha diariamente las grabaciones de las piezas que va tocar, su acercamiento al instrumento será mucho más directo y rápido que si no conoce las melodías.
- Práctica diaria: De igual manera que con el lenguaje hablado, el aprendizaje musical, como un lenguaje más, ha de estar presente cada día. La práctica es parte del éxito del desarrollo de las habilidades tantos motoras como musicales.
- Entorno positivo y alentador: ¡La música ha de sonar en casa! y el aprendizaje instrumental se ha de convertir en una dinámica del día a día, donde reforzar las destrezas y conocimientos aprendidos en clase a través de una práctica basada en el respeto, cariño y disfrute. ¡Si la música suena y es tocada todos los días, la música se convertirá en un lenguaje más!
- Repertorio acumulativo: cada pieza ayuda a sumar, reforzar y construir las habilidades necesarias para que el aprendizaje sea paulatino y eficaz. Por esta razón es tan importante el repaso. El repaso nos ayuda a subir de nivel y poder preparar las nuevas dificultades de una manera más fácil.
- Cada pieza nueva es más fácil de memorizar.
- La lectura, igual que sucede con el lenguaje materno, comenzará una vez el niño o la niña sepa tocar el instrumento y entienda el lenguaje de la música.
- Muchos se convertirán en músicos profesionales y otros no, pero todos podrán comunicarse con la música y a través de ella como un medio de expresión.
Suzuki educó a generaciones de niños y niñas siguiendo estos pasos y demostró que su Método de la Lengua Materna era igual de eficaz, global y natural que el más natural de todos los aprendizajes, que es el de la adquisición de la habilidad para hablar con maestría el idioma de nuestras madres y padres. Con esto demostró que la habilidad se puede trabajar, desarrollar y potenciar hasta el máximo de las capacidades, independientemente de las aptitudes iniciales.
«Sólo quiero hacer buenos ciudadanos. Si un niño escucha buena música desde el día de su nacimiento y aprende a tocarla, desarrolla sensibilidad, disciplina y resistencia. Su corazón será noble«