Recordatorios – Parte 1
Sabemos que la repetición consciente y constante nos hace mejorar. Repetimos para aprender y adquirir habilidades superiores y, por esta razón, como profesora, en mi aula me tomo muy en serio la repetición. Hoy me repito, valga la redundancia, para repetir obviedades pero que, a veces, precisamente por ser elementos tan básicos los dejamos en un segundo plano o incluso olvidamos. ¡Toma nota, que voy!
EL ARCO
- El arco lo tensamos al comenzar nuestra práctica, clase o concierto, y lo aflojamos al acabar de tocar. Como no existe un número determinado de vueltas que debamos dar para tensar o aflojar, tenemos que estar pendientes de no pasarnos o quedarnos cortos. Cuando por despiste o desconocimiento guardamos el arco con tensión, acortamos la vida de nuestro arco.
- El arco necesita resina para sonar. Comprueba que tu arco tiene suficiente resina para que pueda producir sonido. La carencia o el exceso de esta puede dificultar mucho nuestra producción de sonido.
- El arco se ensucia y deja de sonar cuando pasamos los dedos y manos sin control sobre las crines. A lxs niñxs les encanta pasar las manos, algunas veces limpias y otras veces sucias, sobre las crines, por ello es importante recordarles y enseñarles que no lo hagan.
- Limpiad la vara del arco al final de la práctica. No es algo que vaya a influir en el sonido, pero sí será un buen hábito que instaurar a largo plazo.
- Cuando vayáis a guardar el arco, aflójalo y colócalo con la punta mirando hacia abajo. Guárdalo siempre después de haber guardado el violoncello primero.
EL VIOLONCELLO
- Afinad el violonchelo antes de cada práctica, tenemos que ser cuidadosxs a la hora de trabajar con calidad.
- No pongáis pegatinas sobre la caja. Una pegatina ahí puede quedar muy chuli 😎 pero dañará la madera. Además, es importante mostrar el respeto que el instrumento merece. Aunque nuestro acercamiento musical sea a través del juego, el violonchelo no debemos tratarlo como un juguete. Así que, ¿y si colocamos las pegatinas en el apoyapicas? ¿o en la banqueta?
- Durante el descanso, coloca el cello en un sitio seguro y bien apoyado sobre el lado izquierdo; que no le dé el sol ni la corriente, y colócalo en un lugar libre de tropiezos.
- Limpia el cello al final de cada sesión con un trapo, nunca con las manos. ¡Un violonchelo limpio es un violonchelo feliz!
- A la hora de guardarlo, si tienes un estuche blando, colócalo en el suelo, ábrelo y con cuidado comienza guardando primero la cabeza del violonchelo y luego el resto del cuerpo. ¡El arco va justo después!
Como habéis podido leer nada de esto es nuevo pero, ¡repetimos para aprender! Si guardamos estos pequeñxs consejos y los recordamos diariamente estaremos contribuyendo a una mejora de nuestro aprendizaje de una manera muy fácil y sólida. ¡Cuidando los detalles, cuidamos el camino!
Y, vosotras, familias, profes ¿echáis de menos algún recordatorio esencial del cuidado de nuestro instrumento? Os leo 🧡 🌿
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